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La psicología al interior de carabineros como factor de la inseguridad ciudadana (página 2)



Partes: 1, 2, 3

En resumen, no existe sociedad alguna que pueda
subsistir sin subordinación; esto es tan evidente, como un
axioma geométrico. Además las sociedades son
dueñas de sí mismas y siendo el interés
social el origen del derecho, ningún miembro de la
sociedad puede ejercer derecho alguno en contra de
ella

La parte más lejana de la sociedad aún sin
autoridad aparente se encargará, en ese caso, de restituir
el derecho.

La autoridad viene a ser, entonces, una concesión
de la libertad, una delegación de la sociedad mayoritaria
y en definitiva de toda ella, limitada en su duración,
extensión e intensidad, por el interés social,
insistimos, de la mayoría

de esa sociedad.

La autoridad promueve el orden, no crea el desorden, la
autoridad evita que se lesione el derecho hasta del más
insignificante miembro de esa sociedad; pero no se puede colegir
que cuanto más autoridad haya en un Estado, todo
marchará mejor, no, el verdadero orden nace precisamente
del equilibrio natural y no forzado que debe existir entre la
autoridad, ya sea elegida o autoimpuesta y la sociedad
misma.

Si los hombres cumplieron conscientemente sus deberes,
sin dejarse dominar por las bajas pasiones, por los intereses
minoritarios, sin extralimitarse en sus derechos, la autoridad
será innecesaria como inútil su poder ordenador.
Cuando esa autoridad o alguno de sus miembros se extralimita en
forma individual, deberá la sociedad públicamente
hacérselo saber y aplicarle las medidas coercitivas
más rigurosas posibles e impedirle el reingreso a formar
parte de esa autoridad.

Pero, no olvidemos que en la práctica la mayor
parte de las acciones humanas obedecen a dos factores
determinantes: al interés privado y al interés
colectivo y nunca al interés general. Frente a este
último, comúnmente, los ciudadanos son
indiferentes, porque no les interesa en forma especial lo que a
juicio de ellos, de una mayoría, debe impulsarlo la
autoridad central. Esto tampoco puede considerarse como absoluto,
porque ello significaría la negación de tantas
iniciativas individuales y aportes de los cuales nacen
magníficas ideas y realizaciones que emprende el
Estado.

Si en una organización y en el desenvolvimiento
social, es imprescindible la autoridad consecuencialmente lo
será en las Instituciones, empresas y entidades que el
Estado y el sistema social han creado por imperativo de su
desarrollo y progreso.

LOS
DIRIGENTES

Administrar es aquel proceso que permite que los
conocimientos, los propósitos y la actitud se traduzcan en
acción efectiva.

En dicho proceso, como se sabe, en la vida civil
intervienen personas jerarquizadas que se llaman, presidente,
directores, gerentes, miembros de la administración,
ejecutivos, etc., según sea su capacidad personal, sus
aptitudes para manejar gente, su habilidad creadora, su
espíritu de observación, su criterio, su
experiencia etc., lo que podrá ser soslayado en caso de
tener una relación especial con los propietarios de dicha
empresa o con los dirigentes superiores.

Esta plana directiva está a cargo de, la
planificación, la organización, la ejecución
y el control: todas las cuales funcionan en lo posible
coordinadamente.

Existiendo un objetivo por alcanzar, como puede ser la
SEGURIDAD CIUDADANA, LOS DIRIGENTES DEBEN RECURRIR A LA
PLANIFICACION, que consiste en trabajar en equipos a fin de
determinar donde, por qué, quién, cómo y
cuando se inicia el trabajo, además programarán el
trabajo especifico que desempeñará cada individuo
con miras a un mejor logro de los objetivos. Se desprende en
consecuencia que la planeación es una función de
tipo intelectual en la cual se pone en juego la capacidad, la
experiencia la visualización de proyecto y su desarrollo a
futuro y la previsión de quienes tienen la
iniciativa.

Es este el punto crucial del porqué, en Chile no
se logra un control sobre el aumento de la taza delictual. Cuando
los encargados de la planificación de un programa de
seguridad ciudadana están jerarquizados conforme a normas
militares de obediencia y disciplina, sobre todo si están
sujetas por las bases de reglamentos obsoletos y lejanos, se
resta con ello toda la parte del aporte intelectual, de la
creatividad, la sorpresa, la imaginación y la flexibilidad
necesarios.

La principal característica de la
planificación, es la dinámica que permite el
más amplio margen de tolerancia, para que las
modificaciones, el diseño ingenioso, la
retroalimentación de información, fueren necesarias
según los acontecimientos en los sitios de los sucesos.
Situación que no ocurre cuando las policías se
encuentran militarizadas o cuando su plana directiva carece de la
capacidad necesaria, absorción de experiencias paralelas o
de sugerencias de personas que han tenido un comportamiento
crítico del sistema.

Carabineros de Chile, se ha caracterizado en los
últimos 33 años por la politización de sus
procedimientos policiales, donde ha imperado la fuerza por sobre
la razón o el bienestar general de la
ciudadanía.

Decíamos anteriormente que el verdadero orden
nace cuando existe un equilibrio entre la autoridad y la
libertad.

Desgraciadamente los encargados de la
planificación de las actividades policiales en Chile
están más preocupados de los desfiles militares,
que de la erradicación de los policías corruptos y
mal preparados; están más preocupados de los
formulismos y de la parafernalia social y elitista que de la
parte presencial en la calle; etc. etc.

La Dirección General de Carabineros de Chile
está más preocupada del problema del General
Pinochet, que de transformar la maya curricular de sus oficiales
agregando cursos de índole social, dándole
prioridad las clases de derechos humanos, las de violencia
intrafamiliar, discriminación por sexo o edad, la
apariencia de los recurrentes, los problemas de las
minorías, la sociología, la psicología,
etc.

Determinado el plan esquemático a seguir, o sea,
solamente la seguridad ciudadana, restándole TODA OTRA
FUNCION que no tenga que ver directamente con su función
fundacional, aunque lo parezca, se distribuirá el trabajo
entre los miembros del grupo, estructurando una armazón de
actividades, donde las de tipo administrativo no podrán
utilizar más del 2% de la dotación
total.

En Carabineros las Planas Mayores, gastan más del
40% del presupuesto destinado a las labores puramente de
seguridad, lo que en una empresa privada la llevaría
prontamente a la ruina, considerando que la productividad
más que mantenerse o subir, ha decaído a pesar de
las grandes cantidades de nuevos recursos que se le han otorgado
para mejorar su funcionamiento.

La buena organización pone en orden los esfuerzos
y distribuye adecuadamente los recursos diseminándolos
primeramente en el área productiva a fin de llevar
adelante los objetivos fundacionales.

Los delincuentes actúan por impulsos y a pesar de
todos los programas y estadísticas, nunca se le
podrá combatir con la experiencia de los más
"antiguos", como establece un sistema policial militarizado, si
nó, con la impronta de los más inteligentes, los
más imaginativos, los con mayor capacidad de
relación, pero por sobre todo, en el lugar donde
actúan los delincuentes, la calle, la vía
pública, los delincuentes que crean la inseguridad, porque
los de cuello y corbata, son, en la práctima, más
delincuentes.

La organización, la buena organización,
fija y delega las facultades del mando de los individuos,
determinando específicamente las relaciones entre los
distintos niveles. Siempre tendrá en cuenta la capacidad
del individuo para el logro de los objetivos y nunca otros
valores. Una fábrica de escobas tendrá de jefe al
mejor escobero, nunca al que las venda mejor o al que
empezó con el dueño cuando empezó la
empresa.

Planear y Organizar no bastan para que se realice una
función o un producto, es necesario EJECUTAR, o sea, hacer
que todos los miembros del grupo se pongan en acción para
lograr que se cumplan los objetivos fijados en la
planeación.

La ejecución implica la intervención de la
mayoría del capital humano. En el rubro de seguridad
interior de una sociedad, todo en Administración y
Dirección debe girar alrededor del elemento
humano.

En la vida civil, es posible escuchar a un Jefe que
prefiere agotarse haciendo él mismo las cosas, a cambio de
no correr el riesgo de que resulte mal, él está
admitiendo que no sabe dirigir.

En la vida militar, se esconde el error en primer lugar
y si esto no es posible se recurre a los reglamentos de
disciplina, pero Nunca se reconocerá la falta de mando y
menos el Jefe hará las actividades de un subalterno, para
que se obtenga el resultado deseado. NUNCA.

En las Instituciones militarizadas como las
Policías chilenas erróneamente se le da gran
importancia a la capacitación de los Jefes y Oficiales y
escasa preparación de los subalternos

Las justificantes de lo anterior son públicas.
Los Programas específicos de Formación y
Capacitación de Funcionarios Subalternos tienen más
de 30 años y las modernizaciones son sólo
incipientes, cuando no nulas o neutralizadas por las estructuras
militarizantes demasiado rígidas.

En Carabineros de Chile, se da la ilógica que los
Instructores, o sea, los formadores y capacitadores de los
Funcionarios subalternos, los que están en la calle, son
Oficiales precisamente que carecen de esa experiencia, ya que a
ellos sólo se les ha seleccionado por valores como la
altura de talla, la presentación personal, la proveniencia
familiar y otros valores subjetivos más que objetivos. Los
que han dado en llamar los "Escueleros", que desgraciadamente
para la ciudadanía son los que llegan a General, porque en
la docencia no se corren los riesgos que impiden o limitan el
curso normal de sus carreras. Los riesgos están en la
calle, en la problemática del asumir, a cada instante un
poder de decisión.

Toda organización debe tener disciplina, la
disciplina suficiente que redundará en beneficio del orden
y del rendimiento del individuo y la obtención de los
logros, pero nunca los logros deben estar con posterioridad a los
conceptos del formulismo y la disciplina.

Habída una planificación y una
Organización para la Ejecución de un Servicio, se
debe implementar un control.

El control es la gestión que permite conocer en
cada una de las etapas, pormenorizadamente lo que se está
llevando a cabo, a fin de perfeccionar el trabajo o de aplicar
las medidas correctivas en orden a que la ejecución se
desarrolle de acuerdo a lo planeado.

El proceso de control implica averiguar lo que se ha
hecho, confrontar los resultados con lo que se tenía
previsto o esperaba y aprobar o reprobar dicho resultado. NO SE
DEBE ACEPTAR EXCUSAS como la falta de personal o
medios.

De estas ideas generales, concluimos que no sólo
en las Instituciones estatales, en los organismos militares y
entidades eclesiásticas existe un régimen
organizado de desenvolvimiento y de trabajo.

Está más que comprobado, que siendo
decisivo en el éxito de una empresa el desempeño y
rendimiento del elemento humano, es trascendental la
programación de su selección y es básica la
influencia de la acción directiva y de control que deben
ejercer los Oficiales dirigentes y superiores sobre los
subordinados.

El "MANDO" en una empresa, es el arte de conducir a los
subordinados a fin de dirigirlos hacia un objetivo
predeterminado. En una policía es el bienestar de la
mayoría de los ciudadanos.

Están basados en la facultad que le otorga la
organización o el derecho de dirigir y exigir que tienen
algunos con respecto a otras personas de la misma y es el deber
de éstas de obedecer y acatar la autoridad de aquellos.
Sin embargo, desde el punto de vista del método y de las
finalidades específicas el mando, en Carabineros reviste
características especiales, como lo veremos más
adelante.

En todo caso, el mando siempre implica una facultad por
un lado y una obligación por otro.

He aquí nuevamente cuando se contraponen la
iniciativa y la inteligencia individual del personal más
capacitado para las labores policiales e investigativas y el
mando mismo, aplicado por personas que carecen del instinto, del
arte, de la viveza, de la sutileza, de la preocupación, y
de otras características que en la mayoría de los
casos no se adquieren con la "antigüedad" y en muchos casos,
tampoco con la experiencia de un tipo de actividad dentro de la
policía distante de la labor puramente de seguridad, de
las calles y de la contingencia misma.

Siendo esto aparentemente simple para una lógica
de mentalidad civil, en Carabineros es toda una "guerra" de
poderes de "acomodaciones" personales y de los distintos "clanes
y castas" al interior de Carabineros. Es por ello, que se
producen comúnmente conflictos derivados de la
aplicación de la facultad de mandar y de los diversos
matices que adquiere el acatamiento, ya no en tanto al grado
jerárquico, sino a la participación de los antes
mencionados "clanes" y a las "protecciones" familiares y
elitistas muy arraigadas.

Pues bien, para evitar arbitrariedades y exageraciones
de quienes deben ejercer el mando, se dictan normas que fijan los
límites de la autoridad, especificándose sus
atribuciones y los recursos que han de permitir los logros de su
acatamiento, tales como la petición directa, la
persuasión, la advertencia, la conminación y la
sanción, interpretada en los Reglamentos de Disciplina, el
Código de Justicia Militar, los Bandos, las Ordenes, etc.
etc.

Asimismo, para que los subordinados cumplan debidamente
sus deberes y acepten la autoridad con sentido de REAL LEALTAD,
más con la sociedad toda que con su Institución o
sus dirigentes, para que se aplique el respeto y obediencia
también se determinarán normas reglamentarias
relacionadas con las obligaciones que les impondrá la
Institución, especialmente las referidas, al orden,
RENDIMIENTO, la puntualidad, las relaciones humanas, el
compañerismo, etc.

He aquí otro punto extremadamente cuestionable en
las costumbres de los procederes de los Carabineros,
especialmente en lo referente en la ascendencia del "MANDO".
Existe al interior una costumbre de no acatar las ordenes,
flexibilizarlas y hasta distorsionarlas , para cuando estas
emanan de una autoridad "cuestionada", "procesada", o en una
"interdicción" ya sea aparente, por rumores o como en la
mayoría de los casos, partícipes de procesos
judiciales de las Fiscalías Militares, cuestión que
es de público conocimiento, por homosexualidad o por
descriterio.

Además, debemos advertir que la DELEGACION DEL
MANDO, es esencial en todo tipo de organizaciones, en las cuales,
por su magnitud, es imperativo la división de sus
actividades.

El delegar autoridad, no significa evidentemente
renunciar a ella o relegarla. No, el jefe conserva su autoridad y
debe responder de las funciones que delega. Por ejemplo: en la
vida civil un Gerente de Ventas, delega funciones en sus
vendedores, pero no pierde la autoridad para cerciorarse
personalmente de la labor eficiente de éstos en materia de
pedidos de compras. En Carabineros, es costumbre delegar la
responsabilidad, pero no se es responsable si es que el
subalterno cometió un error. Entonces, el subalterno debe
responder personalmente por el contrario si el Subalterno, de
propia iniciativa, tiene un acierto, es allí donde
sí sale a relucir la capacidad de mando del
jefe.

Son muy escasos los ejemplos en que en Carabineros un
superior vigila, personal y directamente las actividades de un
subalterno. Esto se da mayoritariamente desde los grados de
Sargento en el Personal de Nombramiento Institucional y desde
Capitán en la oficialidad. Esto es, para ellos "tener
pantalones", "confianza en sus subalternos" o simplemente ser
"aconchado". Que en definitiva, es una especie de cuestionamiento
del mando y que se da mayormente al acercarse a los 20
años de antigüedad, por esto del pronto retiro. Este
fenómeno se da mayormente sobre los funcionarios
cuestionados, los débiles de carácter, y con los
comprometidos en hechos que no se ajustan al derecho o a las
misiones Institucionales.

Para contrarrestar esta muy generalizada actitud de
pérdida de mando, que sólo se sostiene en la
intimidación del "Código Militar", los dirigentes,
se transforman en "cabeza dura", "cuadrados", cazurros y les es
difícil aceptar puntos de vista contrarios.

Se ha hecho costumbre, de que cuando un Oficial superior
destaca porque es inteligente al ponderar todas las
circunstancias posibles antes de tomar decisiones, Tiene la
"desgracia" de influir con su personalidad atractiva en gran
número de subalternos, es probablemente un candidato al
retiro involuntario para cuando llegue al grado de
Coronel.

Misma situación le ocurre a los Funcionarios que
se han denominado "aperrados", que son aquellos, que están
siempre en la "pega" y que su vida gira en torno a los cuarteles,
que también los hay, generalmente los más "feitos",
bajos de estatura, apellidos aborígenes, con problemas
familiares o sociales y otras características personales,
los que pocas veces llegan a grados superiores.

Es interesante anotar, que en el mundo civil la
delegación del mando puede ser ascendente o descendente,
pero en las instituciones militarizadas, es sólo
descendente, lo que, como decíamos, atenta contra la
aplicación de la inteligencia en función de la
seguridad ciudadana.

La descentralización del mando en Carabineros,
sobrecarga el presupuesto, ya que estos mandos (Jefe de Zona,
Prefectos y todas sus Planas Mayores) NO están ligados
necesariamente a la labor antidelincuentes, burocratizan el
sistema e inhiben la iniciativa de los Comisarios, entre otras
características obstructivas .

La Policía debe estar descentralizada sólo
para las funciones operacionales de seguridad, pero centralizada
en el área administrativa. Este sistema permitirá
una mejor utilización de los recursos, una
reestructuración de los escalafones (hay muchos generales
y coroneles) y ello permitirá una mayor uniformidad en las
políticas, en las prácticas y en las
decisiones.

Punto aparte, es el "temor" que siente subliminalmente
el Director General de Carabineros, por un posible general o
coronel que destaque por sus habilidades personales o por sus
influencias frente a autoridades. Es por ello que se prefiere
indirectamente a los más "serviles", y
dóciles.

La descentralización sería interesante en
Carabineros sólo para cuando la Institución
presente diversas funciones y sus decisiones las deben arbitrar
jefes especialistas en cada área y requieren poca o nula
revisión.

Es esta la situación que llevó a
Carabineros a tener tantos Generales(53). Se desperdigó la
función fundacional en menesteres y actividades alejadas
de la Seguridad y la Prevención del delito. Es por
allí donde debemos buscar la reorientación de la
función preventiva de la Policía Uniformada, es
ésta la misión principal en todos los países
desarrollados.

Debemos entonces, buscar el justo término medio,
partiendo esta vez de las características de la FUNCION A
REALIZAR y no de la INSTITUCION hacia la función, lo que
es un error reiterado, recurrente y maligno para una sociedad que
quiere progresar en tranquilidad.

A continuación daremos algunas
características, sólo estimativas, de lo que a
nuestro juicio debiera ser el…:

JEFE: Toda persona normal, puede llegar a ser jefe o
superior. Pero, se debe aceptar que en un principio los
individuos necesariamente tienen que ser dirigidos en la vida;
precisan de alguien que los induzca a trabajar en la actividad
que eligieron, respetar las normas inherentes a la empresa y a
actuar en forma correcta, contribuyendo cada cual con el
máximo de esfuerzo y entusiasmo.

En la vida civil es curioso que a la mayor parte de las
personas les agrade más ser dirigidos que mandar;
prefieren que alguien les enseñe el camino y les indique
lo que deben hacer, que aquello que conscientemente comprenden
deben realizar. En la vida militar, se da exactamente lo
contrario, aunque hay algunas excepciones.

El don del mando no es exclusivo de los jefes, es
necesario también en las jerarquías subalternas, en
las Instituciones militarizadas, se abraza la carrera mayormente
para satisfacer el instinto de mandar en primer lugar y el de
"ganarse la vida", más que cualquier otra
argumentación.

El Jefe debe estar a la vanguardia de los problemas,
enseñando con su conducta y con su ejemplo. Los Generales,
la gran mayoría de los Coroneles y más del 70% de
los Comandantes en Carabineros NO están en la labor
policial, lo que nuevamente es un contrasentido de la
Ingeniería Organizacional moderna.

Y los que están en "la pelea", carecen del
respeto moral y de un poder disuasor que actúe por
convicción y no por la fuerza de
intimidaciones.

Los secretos que mantienen las Fiscalías
Administrativas y los procesos judiciales, tanto de los
Tribunales Militares como de los Civiles dan razón
más que suficiente para esta
aseveración.

Un Jefe debe saber respetar las fuerzas emocionales y
racionales de todos sus subalternos, explicándoles con
claridad meridiana y énfasis reiteradamente el objetivo a
alcanzar. He aquí otro asunto pendiente…siempre que ese
objetivo se sepa y se quiera realizar y que la posible falencia
de un servicio de seguridad o la inseguridad ciudadana, no sea
utilizada con intenciones políticas inconfesables, como
está ocurriendo actualmente.

Carabineros de Chile, se encuentra politizado y defiende
los intereses de la derecha chilena y de las clases dominantes,
por lo que sus procedimientos tienden a ser más agresivos
con la gente pobre, con la de izquierda, con las minorías
étnicas, con los homosexuales, los pelucones, etc. etc.,
incluso se trató bruscamente a las mujeres de los
Carabineros mismos por protestar por los bajos sueldos, estas
agresiones, las realizaron sólo oficiales. Las redadas de
control de armas y drogas, se realizan mayoritariamente en zonas
populares y siempre las armas que se "incautan" son de gente de
izquierda o pobre. No se persiguen en forma preventiva delitos
cometidos comúnmente por gente adinerada y cuando ocurre
es ampliamente difundido por T.V. con fines netamente
justificativos. Pero el procedimiento termina neutralizado en
forma extrajudicial, que es lo que ocurre con las infracciones
del tránsito.

La clave de una BUENA JEFATURA estriba en ayudar a sus
subordinados para que logren desarrollar al máximo sus
potencialidades; o sea, un jefe eficaz debe hacer progresar a sus
seguidores, a todos su seguidores capaces para la función
emprendida, conquistando para sí el respeto, el afecto y
su confianza.

Situación que ni siquiera someramente se da en
Carabineros, por la fatuidad generalizada y por esto de los
clanes y tribus especializadas que comentábamos
anteriormente.

Los Subalternos siguen al Jefe en virtud de determinadas
razones; algunas veces, porque se sienten atraídos por sus
habilidades, que los cautiva y que les hace despertar el
entusiasmo (esta es la génesis de los "Clanes" intestinos,
de las preferencias y de las rivalidades que impiden un
desarrollo armónico de la función puramente
policial); en otras ocasiones, porque lo saben poseedor de una
personalidad consciente y estable o porque lo estima una persona
que comprende sus dificultades personales, se identifica y
simpatiza con ellos. Son los menos.

La Ley, es la Ley y sólo puede ser interpretada
por los Tribunales de Justicia, pero se da el caso que los que
aplican la Ley, tienen en su momento la disponibilidad de
congraciarse, hacerse popular, hacerse de influencias, ganar
adeptos y hasta beneficiarse de esta situación, por el
contrario, pueden perfectamente inclinar la balanza en contra de
una persona, simplemente, por una interpretación
desacertada de la Ley, perjudicando a un tercero, como lo
decíamos anteriormente que tiene una determinada
característica social en la mayoría de los casos.
Las páginas de los diarios están llenas de estos
ejemplos.

En este punto invitamos a alguna autoridad "valiente"
para ingresar a la "desclacificación" de los archivos de
las Fiscalías Administrativas de Carabineros. Al menos que
se haga una estadística de los hechos policiales, de los
delitos, al interior de los cuarteles, a ver qué
diferencia hay

Con la vida civil.

Por otro lado, es también interesante en el Jefe
su aspecto físico y su prestancia, pero no es la clave de
la sapiencia y menos de la capacidad operativa, tan escasa en
Carabineros; generalmente la gente prefiere al superior que
revela ser un hombre alto, de tez clara, apuesto, y de apellido
extranjero, que ostenta energías para no amilanarse nunca,
además es de radiante capacidad y seguridad en el mando,
más no puede ser un hedonista, que los hay también
muchos.

Es muy cierto que las circunstancias adversas y las
situaciones de emergencia demuestran la capacidad de los jefes y
también son factores importantes para formarlos. Por tanto
una persona no puede llegar a ser jefe por la simple
"antigüedad" de un sistema militarizado.

En Carabinero, es más que frecuente el hecho de
que los Generales han hecho su carrera en forma acomodada y su
paso por comisarías y servicios de seguridad propiamente
tales, ha sido nulo o incipiente, la mayoría ha hecho la
carrera "acomodado" o en funciones de oficina.

"En las graves contingencias y desgracias, en las
situaciones confusas y caóticas, se forman y afirman los
verdaderos jefes. Su posición de guías
acentúa sus deseos de servir a la ciudadanía". Los
Capitanes de buque no prueban su valentía y habilidad
cuando la mar está calmada.

El Jefe eficaz emplea ciertas tácticas para
comprender a sus subordinados; llega pronto a conocer las
aptitudes y aspiraciones de sus seguidores; les enseña
colocándolos primero en puestos que puedan
desempeñar con posibilidades de éxito y
"jamás colocará pernos donde corresponda
tornillos".

Este es el principal problema del porqué el
Director General de Carabineros debe ser designado y de confianza
absoluta del Presidente de la República, porque es este
último el Jefe supremo de todos los Organismos del Estado
y es la cabeza visible de una organización que propenda en
bien común de la sociedad o simplemente de una
mayoría.

Las policías de seguridad no pueden ser
autoproclamadas independientes, sino sujetas a rigurosos
controles multifuncionales externos, ya que la experiencia ha
demostrado que con esta actitud, pronto se transforman en una
entidad corrupta, empezando desde la cabeza.

EL buen jefe policial, recibe ordenes de un poder civil
legalmente constituido, estimula y anima a sus subalternos y
recibe con beneplácito las sugerencias de TODOS LOS
SECTORES SOCIALES. Felicita el buen desempeño de los
Subalternos y comparte con ellos sus éxitos y desgracias
personales, sólo así estos se identifican con el
máximo poder central de la nación y sus actos los
realizan por el bien de una mayoría.

Es fundamental que el Jefe tenga una filosofía
definida de su misión, por lo tanto, es básico que
el Director General de Carabineros, reconozca en el Presidente
del Gobierno a un Jefe, tanto en la parte administrativo
funcional como en la parte filosófica, que en la
actualidad NO se está dando en Chile durante los Gobiernos
de la Concertación, ya que es más que sabido que la
Dirección General de Carabineros en bloque profesan
filosóficamente las teorías del Gobierno Militar y
aún defienden sus postulados en contra de las actuales
autoridades legalmente constituidas.

La situación hoy no permite tener un sentido
claro de lo que se propone hacer, principalmente porque
constitucionalmente el Director General es inamovible y ello hace
que sus actividades sean incuestionables por parte de la
autoridad civil. NO se sabe lo que se propone hacer hoy con un
sentido claro, en un año más, ni lo que va a hacer
la Institución dentro de cinco años; tal
ideología no entrega una pauta para oriental los esfuerzos
mancomunados de toda la sociedad que se siente indefensa y menos,
se puede confrontar un rendimiento progresivo, por más que
las estadísticas entregadas así lo pretendan, ya
que como hemos visto, estas estadísticas, son prontamente
contradichas públicamente por otras organizaciones
encargadas de los números de la delincuencia. Este autor
sostiene que TODAS las estadísticas, relativas a la
seguridad, tienen un matíz político y son sesgadas,
TODAS.

Los subalternos esperan mucho de sus jefes,
especialmente en la vida militar, de que hayan buenas relaciones
sociales, culturales, de capacitación y ubicaciones
cómodas, sin riesgo de la integridad física y con
un cierto beneficio económico, pero esto es al
último, salvo que se haya estipulado en
contrario.

En la vida militarizada al interior de Carabineros, lo
único que se pretende es estar bajo la protección
de un jefe o en alguna especialidad distante del área
conflictiva, como lo es la seguridad y la calle, si en estas
circunstancias se obtiene un beneficio económico,
mejor.

LOS SUBALTERNOS: Antes de señalar las condiciones
y cualidades que deben integrar la personalidad de los
subalternos y antes de referirnos a sus defectos y deficiencias,
diremos que sólo es culpa de los propios organismos y sus
Departamentos de Personal el conseguir y conservar un equipo
humano de trabajo, que sea competente y que esté agradado
con las tareas que les son asignadas.

Hallar, seleccionar y colocar gente apropiada y en los
puestos adecuados es algo incuestionablemente básico,
importante y serio; pero estimularlos y mantenerlos activos y
satisfechos es tanto más difícil
aún.

Los problemas psico sociales en Carabineros son iguales
a la media de cualquier otra actividad social, con el agravante
de que, casi siempre las actuaciones de los Carabineros, son a
sabiendas que se está actuando mal o en perjuicio de un
tercero.

Hay características generales, derivadas de la
"disposición" que son típicas en nuestro elemento
humano como raza chilena, pero que sin embargo son susceptibles
de mutaciones favorables; por ejemplo la falta de interés
por superarse, su escaso sentido de responsabilidad, su limitado
espíritu de sacrificio, su indiferencia frente al
rendimiento de la Institución, su cada vez menos
disimulada oposición a la disciplina y a la acción
de la autoridad, su inclinación a la bebida, al sexo y la
droga, su ductilidad para ser persuadido y son convencidos por
líderes internos (el asunto de los clanes tratados
anteriormente)y finalmente, su incapacidad para aplicar la Ley en
forma equilibrada y justa.

Cuando nos referimos a subordinados, también nos
podríamos referir a Oficiales de rangos menores como
Subtenientes y Tenientes, que llegan con esta "tranca", no
superada a jefe.

Más, junto a estos defectos quizás,
naturales y muy comunes, acusa el Personal Subalterno cualidades
favorables; por ejemplo: es de nobles sentimientos, leal y buen
compañero, a veces esto es malo cuando se mal entiende el
compañerismo, muchos son amoldables a las exigencias,
cuando son bien encauzados y controlado, progresa notoriamente,
aprende y se especializa sin dificultad, desgraciadamente se
especializa en áreas distantes de la seguridad misma; es
resistente físicamente.

Si se mantuviera alejado y ajeno a las predicaciones
anti políticos, anti civiles, anti democráticas,
anti minorías, anti jóvenes, etc., se
consagrarían fácilmente como elementos laboriosos,
útiles y sociables, lo que redundaría en buenos
servicios de prevención y control de la delincuencia
común.

Resumiendo, bajo el punto de vista de este autor, que
nació al interior de un Cuartel policial y toda su vida ha
vivido en ambientes de Carabineros, todos los cambios en
positivo, o por lo menos, la recuperación de los conceptos
y valores morales y sociales de hace 30 años y el cultivo
de las buenas cualidades de los hombres y mujeres subordinados,
sólo se logra desarrollándose un programa de
adoctrinamiento polifuncional desde el exterior de la
Institución, sin ocupar ex funcionarios, ni sus
familiares, planeado y llevado a la práctica por elementos
absolutamente ajenos, ligado a las experiencias universitarias
multidisciplinarias, con una visión sobre la
función más que sobre la Institución y los
hombres. Profesionales No ligados a la Institución como
requisito básico, para que no estén
influenciados.

""""Un payaso, sólo descubre que lo esta haciendo
bien, cuando escucha los aplausos del público, cuando
éste guarda silencio, empieza a preocuparse por renovar la
rutina.""""

Es misión de toda una sociedad y más de
los especialistas, es el recuperar la función preventiva
de la delincuencia, el silencio y el hacer oídos sordos a
la crítica en este caso es complicidad.

Por tanto, es un deber de la gente honesta y
desinteresada y decente, entrar a un profundo estudio de los
factores que inciden en la actitudes positivas para la sociedad y
no politizadas, con equilibrio y en defensa de la mayoría
de los ciudadanos chilenos.

Carabineros de Chile, es una Institución del
Estado al servicio de la sociedad, es la organización que
se encarga de proteger los derechos de los individuos. Por tanto
lo que le importa a esta sociedad es que le defiendan sus
derechos, no importando que la organización sea
militarizada o no, que sea nacional, regional, municipal o local;
que se llame Carabineros de Chile, Guardia Nacional,
Policía Nacional, Gendarmería, Guardia Civil, lo
que interesa en definitiva, es defender la función y que
esta función cumpla los deseos de la sociedad. Las
Organizaciones policiales o de seguridad deben, por lo tanto, al
igual que sus instructivos y procedimientos, ser perfectibles,
sin que este mejoramiento pase necesariamente por la
ampliación de funciones, como ha sido un error
histórico en Chile.

Estos días estamos viendo como se le están
eliminando funciones que fueron defendidas a ultranza, con un
abierto y pretencioso plan expansionista seguido por años.
Hoy descubrimos que fue un error el haberlos adoptado. En
Carabineros existen muchos mitos, que felizmente las actuales
Autoridades están neutralizando. Esperamos, por el
beneficio de la ciudadanía toda, que estas actitudes se
aceleren.

Sólo a manera de ejemplo, diremos que en Europa
los vehículos policiales son de llamativos colores, que
los policías andan de a uno, en vehículos
utilitarios y con vestimentas livianas que permiten actividades
físicas, como persecuciones y luchas cuerpo a cuerpo, sin
terciados o correas, estas modernizaciones las encontramos
estupendas y esa es la senda a seguir en el futuro. Todas estas
modificaciones tienen el común denominador que abaratan
los costos operativos.

La evolución de las policías, sólo
son imputables a la estructura y desenvolvimiento del estado y
para que éste ejerza su derecho inherente de mandar, de
legislar, administrar y juzgar.

Carabineros debe imperiosamente ser una entidad de
constante evolución, lo que se contrapone con la
militarización; de proyecciones inminentemente sociales y
ha estancado su progreso por razones políticas
principalmente y por los compromisos jurídicos de falsa
lealtad que rozan en la complicidad y en el delito.

Carabineros se ha mantenido en forma estacionaria se ha
perdido la mística y el sacrificio de hace 30 Años.
En la actualidad, se están procurando cambios
técnicos, pero se ha perdido el servicio policial positivo
y dinámico, y los procedimientos hoy parecen estar en
contra de la gente.

En un régimen normal los Reglamentos
Institucionales crean una serie de limitaciones de estrictez y
obediencia, esto causa en muchos que ingresan por honor, por la
defensa de la justicia, por la sobriedad o por el sentido del
cumplimiento del deber, un marcado desaliento y
desmoralización especialmente a aquellos que no son
partícipes de algún clan o no cuentan con
"protección" interna…En Carabineros, hay que ser
"abonado de…" para progresar, en la vida civil se llama ser
"apitutado".

La promesa de servicio, pronunciada en voz alta al
finalizar su proceso formativo como Oficial es una acto de
profundo significado, se empeña su palabra de
consagración leal al cumplimiento de los deberes, al velar
por el acatamiento de las Leyes de la República, de
proteger la vida de los habitantes, rindiendo la suya si fuere
necesario en defensa del orden la justicia y la
Patria.

En su fuero interno cada Oficial se impone
además, el deber de laborar sin reservas ni medida en pro
de la Institución, con entusiasmo y satisfacción
íntima. Lo que, en la práctica, se contrapone con
el deber que le debe a la sociedad.

Antiguamente, a los Oficiales de Carabineros se les
enseñaba que su comportamiento debe ser incorruptible y su
moral acrisolada.

Desde Aspirante al Oficial se le enseña que amar
y dignificar su uniforme en toda circunstancia, sin mancillar
jamás su prestigio con actitudes poco decorosas o
frecuentando sitios que no corresponden a su
categoría.

Evitar las ridículas ostentaciones y los modales
de prepotencia, de arrogancia y severidad.

Sus actuaciones se caracterizarán siempre por su
firmeza y corrección; su trato, por la amabilidad y la
cortesía; sus resoluciones, por la suavidad y la firmeza;
y sus expresiones, por lo intachables y discretas.

Los conceptos anteriores serían idílicos,
si se llevaran a cabo, pero las páginas de los diarios y
los reclamos en las unidades, y la opinión pública,
dicen exactamente lo contrario.

Desgraciadamente y es una situación digna de un
estudio más acabado por su frecuencia y profundidad, el
hecho de la existencia de muchos Oficiales "petulantes", los que
ostentan un exagerado orgullo y fauidad, porque se suponen
inigualables frente a sus compañeros y ni decirlo frente a
la civilidad, se suponen destinados a misiones superiores dentro
de Carabineros. Aquí nace el porqué todos quieren
tener una especialidad, si es del área tecnológica,
mejor, como Piloto o Ingeniero politécnico, etc.
Definitivamente, son los que menos valen para la función
de Seguridad y como personas mismas y los más
débiles en capacidad y condiciones; miran con
desdén y con desprecio las realizaciones de los
demás, estimando que todo gira en torno a ellos,
exclusivamente. Hay una gran carga de hedonismo y hasta unos
matices de homosexualidad en el trasfondo de estas
actitudes.

Hay una gran cantidad de Oficiales farsantes,
insociables y pusilánimes, que al reconocerse
personalmente esta anomalía tienden a reaccionar en forma
déspota o como un pobre de espíritu. Lo que afecta
a los funcionarios de menor grado y por sobre todo, a los civiles
que se les cruzan en la vida diaria, por asuntos policiales o por
asuntos sociales meramente.

Se observan, aunque en menor cantidad, estas actitudes
en el Personal a Contrata.

La sociedad siente que los funcionarios de Carabineros
han perdido la sencillez, la caballerosidad y la
discreción, que debieran ser tributos, meritorios y
demostración de gran criterio

Desgraciadamente, también, se observa un
afán excesivo por perfeccionarse en áreas
profesionales distintas a las de seguridad, basado
fundamentalmente en poder desempeñarse en la vida civil, o
sea, están destinadas al mismo individuo, con tiempo y
recursos de Carabineros, lo que perjudica a la función de
seguridad misma restándole recursos. Esta situación
es más que frecuente.

Siendo el estudio y el afán de perfeccionamiento
profesional, muy importante durante toda la carrera, y debe ser
uno de los propósitos inquebrantables, Está
absolutamente distorsionado en la práctica, el destino de
los recursos y las facilidades horarias, ya que no está
enfocado en beneficio de un perfeccionamiento de los sistemas que
impidan el aumento de hechos delictivos. Por tanto la sociedad,
se PERJUDICA CON ESTE TIPO DE PERFECCIONAMIENTO.

El auto enjuiciamiento y el análisis
crítico de todas las actuaciones del servicio frente al
público y los subalternos, constituye en primer lugar, una
norma permanente en la vida profesional. Como esta actitud,
individual y colectivamente se ha perdido, se ha procurado
esconder sistemáticamente por parte de las autoridades.
Por eso es que se recurre a los medios de comunicación, ya
que cuando estas actitudes constituyen delitos la
ciudadanía considera sin objetivo presentar las denuncias,
principalmente por miedo a represalias. O sea la gente, frente a
un hecho que le afecta directamente, tiene una opinión y
una predisposición igual, si se trata de un Carabinero que
si se trata de un delincuente, Tiene miedo a las represalias y es
por eso que no denuncia ciertos hechos. Las estadísticas
no contemplan esta situación y los entendidos, la
esconden.

Como anécdota, a mediados de los 80 la
Dirección General de Carabineros, dispuso que los
Estudiantes del Instituto Superior de Ciencias Policiales
(estudian para ser Jefes y tienen los grados de entre
Capitán y Mayor), hicieran por primera vez una
crítica "descarnada" de la más pura y cruda
realidad institucional. La intención era más que
loable, es la piedra del "tope" de toda la inoperancia policial
actual, se debiera realizar cada dos años, por lo menos.
Había sólo buena intención.

Estos Oficiales, en pequeños grupos,
debían detectar todas las falencias institucionales de
tipo operacional, administrativo, etc. etc. de Arica a Punta
Arenas. Hacerle un "scanner"a la Institución y proponer
las soluciones posibles…: El resultado del estudio fue tan
acucioso, tan detallista, tan objetivo, pero a la vez tan
crítico, tan rudo y sugería tantos cambios que se
optó por hacer desaparecer todos los antecedentes, La
mayoría de esos Oficiales ya jubilaron con los grados de
Coronel y General…y ahí murió una muy buena
iniciativa.

Carabineros en forma sistemática suele esconder
sus errores y falencias. Lo que es peor…y es el asunto de este
ensayo, al interior, todo se sabe y nuevamente encontramos que
los subalternos, observan como mienten sus autoridades. Es esta
la génesis de todos los problemas del mando. La falta de
respaldo MORAL de sus autoridades.

Un hecho más actual, en mayo de l.999, ladrones
descerrajaron la Unidad del O.S.l0 de la Prefectura Central de
Santiago, ubicada en Alameda, edificio de la Remodelación
San Borja, esa Unidad registra los antecedentes personales y
colectivos de todas las empresas de Seguridad Privada. Se robaron
casi toda la información, ya no cerca de una Prefectura en
pleno centro de Santiago, sino DENTRO de la misma Prefectura…La
noticia fue escondida a la opinión pública…no
hubo responsables. Si esto sigue ocurriendo llegará el
momento que la Institución colapse desde
dentro.

Todos estos síntomas no los podemos tratar
oportunamente con resultado positivos, si le aplicamos la
Sicología Militar o la Sicología del Mando, ya que
en la mayoría de los casos una de las partes es
civil.

Nuestros funcionarios Policiales y sobre todo nuestros
Oficiales superiores no pueden ser educados o capacitados con
textos tales como: Sicología de las FFAA.; La
Sicología del Comando; La Guerra Sicológica;
Principios relativos a la preselección de los
Contingentes; Examen Sicológico de la Selección de
las Cátedras; Delincuencia Militar y Motivación;
Sicología del Personal; El Factor Humano en las FF.AA.;
Antología del Mando; El Arte de Mandar, etc.etc

Desafortunadamente los Textos con que se estudia y que
se refieren al Mando Policial, que contenga una doctrina oficial
y un lenguaje informativo sobre la labor directiva y de
encauzamiento de los Jefes y Oficiales, está completamente
basada en los textos militares, antes mencionados, por lo que no
significan entrega profesional alguna que beneficie a la
ciudadanía, en el sentido de protegerla de la
delincuencia.

Los pocos trabajos de investigación voluntarios y
realmente positivos existentes, que administran algunas recetas
tienen una aplicación relativa y no cuentan siquiera con
carácter de norma autorizada.

En todas las policías de países
desarrollados hay sicólogos y sociólogos externos,
contratados que cumplen importantes funciones frente al
comportamiento y reacciones de la impronta del personal a todo
nivel, incluso, hay controles forzados, selectivos y aleatorios
de posibles utilizaciones de drogas. Cada seis meses TODO
policía debe pasar por un examen de drogas.

Serán los encargados de detectar los problemas de
tipo sicológico, sicopatológico o sicosocial, los
detectan, los cuantifican y califican y los tratan con
métodos científicos adecuados. Pero son, estos
Profesionales, siempre externos, ya que si son internos, reciben
las presiones de las jerarquías militares. Los
sicólogos institucionales en la actualidad sólo
atienden casos de presentación voluntaria, o con
posterioridad a que el enfermo haya cometido un delito, nunca en
calidad preventiva.

Estando así las cosas y permitiendo el ingreso a
las filas de elementos que presentan anomalías en su
conformación síquica, complejos y debilidades,
alteraciones patológicas de la memoria, desequilibrios en
la vida afectiva y trastornos síquicos, provenientes de
desmedidas pretensiones económicas y problemas del
sustento económico diario, crean, evidentemente,
situaciones delicadas y muchas veces graves en el actuar
profesional, con las consiguientes repercusiones en el
mando.

Lo anterior hace imperativo que se mire con seriedad y
singular atención las conductas y manifestaciones
síquicas del personal subalterno que cotidianamente
está cumpliendo en el seno social delicadas tareas de
vigilancia, de control de educación y de utilidad
pública. Es este un Instructivo histórico del mando
en Carabineros, se insiste en que los Oficiales Superiores deben
observar con especial interés las reacciones del
carácter, la personalidad, el criterio, el grado de
inteligencia de sus subordinados, sus fallas, fracasos y sus
causas y ¿quién los vigiló a
ellos?.

Insistimos nuevamente, en que es ésta la
génesis del fracaso de la lucha antidelictual.

Y los subalternos entonces, se preguntan…

¿Con qué moral un superior, de cualquier
grado ,pero superior, sobre todo los que tienen más de 20
años de antigüedad, van a controlar mi
carácter o personalidad, mi criterio o mi inteligencia, si
ellos están metidos en violaciones a los derechos humanos,
en robos, en enriquecimiento ilícito, en flojera,
alcoholismo,etc.?

¿Cómo voy a obedecer la orden de un
torturador, un criminal?; Y si no lo fue… ¿Porqué
siendo policía no descubrió quienes fueron los
culpables?

¿Cómo voy a obedecer, llegar puntual, ser
honesto, si veo que muchos no lo son?…¿Cómo voy a
ir gustoso a mi lugar de trabajo, si veo que sólo unos
pocos hacemos la parte sucia del asunto…?

Y cientos de otras preguntas más, que se hacen
con el fin de justificar su poca entrega al servicio
policial.

Resumiendo, la mayoría se siente perseguidos por
el sistema poco justo en el trato, tanto al interior de la
Institución como con la aplicación de la
Ley.

En Carabineros existe la convicción que si una
Unidad, por ejemplo una Comisaría, está integrada
por elementos disciplinados, correctos en el trato y en el
vestir, atentos, preparados y laboriosos, significa que su mayor
o capitán, es un superior preocupado y dotado de
excelentes cualidades para comandar unidades
independientes.

NO se tendrá en cuenta si esa unidad es la 1era.
Comisaría Santiago Central o la 3era de Algarrobo. La
cantidad de habitantes y la conflictividad pasan a 2do, plano.
Error en el

Concepto, en la proporción, error en el
resultado.

LA DISCIPLINA Y
EL MANDO EN CARABINEROS

Comúnmente se confunde la disciplina con el
concepto de militarismo, de subordinación humillante, de
severidad excesiva, se le supone sinónimo de rigor o se le
estima la negación de la personalidad humana.
También, hay gente que cree que la disciplina consiste
exclusivamente en dar cumplimiento a las formalidades de tipo
militar; o sea, sólo sería disciplinado el
subalterno que se "cuadra" correctamente, hace giros con
energía y saluda conforme a las normas
establecidas.

Apreciaciones tan pobres acerca de la disciplina, como
las anotadas, no son concebibles lógicamente en personas
cultas, organizadas y democráticas. Desgraciadamente, es
el concepto erróneo en que se fundamenta la
instrucción formativa de LOS OFICIALES DE
CARABINEROS.

Cuando en Chile se entienda que disciplina es aquel
régimen de vida y de trabajo en el que imperan el respeto
y la subordinación, el sentido de responsabilidad, las
buenas relaciones humanas y el vivo deseo de cumplir con el
deber. Se entenderá el porqué las policías
deben dejar de ser militarizadas y pertenecer solamente al
Ministerio del Interior dependiendo directamente de una autoridad
civil.

Disciplina, es la expresión más pura de
las concepciones filosóficas en torno al trabajo y su
distribución, es doctrina de orden y de acatamiento
sublime; es manifestación de comprensión humana de
sincronización y armonía, plasmadas en la
espontánea voluntad del servir.

Es aquel clima que forjan superiores y subalternos en
cualquier actividad humana cuando conciben con amplio sentido de
justicia los deberes que a cada uno les corresponden,
según sus responsabilidades.

Por todo ello, la disciplina está entronizada en
todas las organizaciones, se aprecia en la fisonomía de la
sociedad, en la constitución de la familia, en la
estructura de los gobiernos y de las empresas; en todas partes
reina por conveniencia social y porque lo exige la justicia y el
progreso y no el capricho de algunos hombres.

El mando tipo militar en Carabineros, empieza en la
Escuela y los Grupos de Instrucción con ligeros diferentes
matices, ejercido en base a voces de mando que produce efectos
instantáneos, directos, enérgicos e irreflexivos.
Es físico y es colectivo, sus resultados son casi siempre
corregibles y sus consecuencias, casi nunca crean complicaciones,
al menos, en tiempo de paz. He aquí también la
génesis de los bajos resultados antidelictuales, ya que
durante la dictadura algunos dieron ordenes, que ya sea por
miedo, falsa lealtad u obediencia irreflexiva, los
involucró en hechos criminales o simplemente ilegales.
(Hechos y ordenes que hoy están siendo desconocidos como
una manera de evitar responsabilidades penales).

En este estado de cosas, la disciplina formal, el mando
y la obediencia en sus manifestaciones objetivas, impuestas con
mesura y racionalmente, necesita más del 80% de carga
INTIMIDATORIA como efecto sicológico del régimen
punitivo de la Justicia Militar. El Mando en Carabineros
está basado en la actualidad, en el terror y es por ello
mismo que sus actuales autoridades no quieren dejar de pertenecer
al Ministerio de Defensa, ya que perderían el cimiente
fundamental de ese proceder.

Como los Jefes son personas, hay casi tantos tipos de
ellos como de individuos. Sin embargo, hay tipos en los cuales
predominan algunas cualidades en la jerga institucional se les
califica como…:

LOS DINAMICOS: muy pocos, son ágiles
física y mentalmente, optimistas y de grandes
iniciativas.

LOS INSPIRADORES: unos pocos más, reflexivos por
excelencia, buenos consejeros, partidarios de estudiar
sicológicamente al subalterno, son paternalistas, ayudan a
perfeccionar actitudes y perfeccionar cualidades.

LOS TELEPATICOS: tantos como los anteriores, son los que
saben comunicar ideas y actúan por presencia. Los
subalternos se habitúan a su manera de ejercer el
mando.

LOS AUTOCRATAS: son muchos, la mayoría,
representan al tipo que se supone poseído de gran
inteligencia, de todas las ideas y soluciones. Son amantes de la
publicidad, son figurones y se atribuyen hablando en primera
persona todas las realizaciones. Sienten a menudo celos de los
demás y por ello se apropian de sus iniciativas,
jamás delegan el mando, se lo pasan en la unidad y por
ello comúnmente se ocupan de asuntos o detalles
rutinarios, en detrimento de la atención de problemas
más importantes, les agrada que los subalternos den
asentimiento a sus opiniones y que los celebren en sus chistes y
aventuras. Hablan casi siempre mal de sus compañeros
incluso inventando ,ya que son megalómanos y
mitómanos.

Hay algunos jefes autócratas que son sumamente
efectivos en algunas áreas específicas, MUY
POCOS.

LOS FASCISTAS: eran muchos, pero van en descenso
rápidamente en cantidad, todas sus actuaciones tienen
matices políticos en donde se beneficia a los mayores
grados, a los más ricos, a los más bonitos, a los
rubios, a la gente del barrio alto, etc. Son extremadamente
peligrosos en el área educacional, formativa y
capacitadora, ya que carecen de conceptos de justicia y
democracia, son xenófobos, antiaborígenes ,anti
jóvenes y antiminorías.

LOS COMERCIANTES: son aquellos que sólo
están preocupados del bienestar económico propio,
son coimeros, culebreros o rastreros y se encuentran
comprometidos funcionalmente con los comerciantes de su barrio. A
este grupo pertenece casi la totalidad de los Oficiales de
Intendencia, que felizmente no realizan funciones
policiales.

LOS DEMOCRATICOS: Son la minoría y se distinguen
porque delegan sus atribuciones y confían en sus
subalternos; toman a su cargo los trabajos importantes y
transfieren los de poca monta; estimulan y reconocen la
cooperación, les gusta el trabajo en equipo, alaban las
indicaciones y sugerencias, vengan de donde vengan; desarrollan
la confianza en sí mismos de lo subalternos, defienden al
poder civil del Gobierno por sobre las Instituciones armadas y no
se infatúan con la lisonja de los audaces y
aduladores.

LOS AUTORITARIOS: son implacables en las exigencias,
personalistas, unidireccionales, creen que la autoridad de que
están investidos es personal y lo que ellos deciden, es lo
perfecto e irrefutable, son severos en las sanciones y por ello y
su prepotencia son incapaces de conquistar el aprecio y afecto de
sus subalternos, su cooperación y lealtad. Son muchos en
Carabineros los que sustentan la teoría del "gallinero" la
gallina de arriba "caga" a la gallina de abajo;

Son como los fascistas, pero sin matiz
político.

Son tímidos y hasta cobardes con sus superiores,
pero son crueles con sus subalternos, Tuvieron su época de
oro durante la dictadura militar. Felizmente también van
en decadencia. Algunos han emprendido afanes rectificatorios de
su conducta.

Es posible que una conducta autoritaria sea útil
en determinadas circunstancias, pero empleada en una
proporción racional y prudente, como ser en un caso de
emergencia, cuando las labores son heterogéneas o cuando
se han quebrantado en forma reiterada las normas de
disciplina.

En Chile por más de 15 años a contar de
septiembre de l.973, las ordenes fueron irreflexivas y ejercidas
en forma autoritaria, lo que ha creado, por un lado un rencor en
el trasfondo sicológico, una predisposición o
animadversidad generalizada con el superior y el hacer
sólo lo que te ordenan drásticamente, olvidando
totalmente la iniciativa, lo que es la causa del aumento de la
criminalidad en Chile.

LOS PATERNALES: se caracterizan por la esmerada
atención que prestan al bienestar y la comodidad de sus
subalternos, a quienes guían y protegen muchas veces con
exceso de sentimiento. Las intenciones de este tipo de jefes son
buenas, pero el sistema no permite que los subalternos
confíen en losu jefes ni en sí mismos, al tener
baja su autoestima profesional, no cultivan su independencia, su
inteligencia ni sus habilidades antidelictuales.

Es probable que un mando de corte paternal equilibrado
resulte exitoso, pero ese éxito estará condicionado
a que en el futuro esa Unidad siga contando con jefes paternales.
Muchas veces, la suma de las conductas agresivas como autodefensa
genera distorsiones en la apreciación y confunde al jefe
paternal con un jefe de personalidad débil.

La experiencia militar ha demostrado que el más
callado, el solitario, el que parece menos importante, o el que
parece de personalidad más débil, resulta esconder
una personalidad agresiva, inquisidora, cruel y destructora de la
buena convivencia. Tal es el caso de la mayoría de los
criminales y torturadores durante la dictadura.Aquí se da
eso de que "los calladitos son los peligrosos".

La jerga de Carabineros está llena de "motes"
para los distintos tipos de jefes, tales como: el bisagra; el
cuartelero; el fino; el culebrero; el Guacito; el chancho; el
escuelero; el pesado; el lolo; el sucio, los chupapico, los
pantalón de bandera, los intelectualoides, el enano, el
idiota el cuadrado, el cochino, el burro, el loco, el trole, el
príncipe idiota, el perro, el pecho de palo, el
pájaro, el bruto, etc. etc.

Existen condiciones comunes en todo superior, que son
básicas e imprescindibles… en pro y en
contra..:

La inteligencia, es la facultad de auscultar el
trasfondo de los individuos y las cosas en un espacio y en el
tiempo. Por ello, un Oficial de Carabineros sólo demuestra
su inteligencia, cuando comprende claramente la realidad en que
actúa y puede razonar, imaginar, deducir, inducir,
comparar y juzgar, para luego proceder. Cuando no se da esta
secuencia, por el motivo que quieran, dicho Oficial no es
inteligente…

Cuando se obedece o se manda irreflexivamente, no se es
inteligente y en algún momento o en alguna parte hay que
responder por esa desinteligencia en el caso de que hayan
perjudicados por esa actitud.

La inteligencia bien dirigida es fundamental porque sus
efectos y resultados los condiciona la dirección que se le
imprima. Como se comprenderá y está más que
comprobado en la historia reciente de nuestro país, no
habrá nada más innoble que una inteligencia al
servicio de la arbitrariedad, teñida de egoísmos u
orientada hacia el logro de nefastas intenciones, en detrimento
de terceros y en beneficio personal o de las
minorías.

Existen dos tipos predominantes, los de inteligencia
limitada, que son la mayoría y los de inteligencia
suficiente, alrededor del 15%.En Carabineros no hay mentes
brillantes, pero sí, hay limitados mentales, más
del 5% entre oficiales.

Los de inteligencia limitada están expuestos a
errores a cada instante, porque únicamente perciben lo
inmediato de los problemas y las cosas, son "talámicos",
por lo general sólo captan lo visible de la superficie y
los detalles sin importancia, nada profundizan ni analizan,
siendo incapaces de prever los resultados y las consecuencias
lejanas de los hechos. Su criterio es desacertado, derechamente
son descriteriados y siempre procuran aparentar ante los
superiores cualidades afines a las suyas a quienes audazmente
adulan para congraciarse con ellos.

A la inversa, el de inteligencia suficiente, es
más visionario y agudo, busca lo ideal y su
perfeccionamiento, exige lo justo, lo lógico y necesario.
Se impone ante sus subalternos por su capacidad profesional por
su agilidad mental y lo acertado de sus decisiones. Esta actitud
queda neutralizada cuando este Jefe tiene un superior de
inteligencia limitada.

Los casi nulos jefes creadores e innovadores quedan
inhibidos por la borágine de un sistema sobrepasado por la
burocracia y la delincuencia y su incontrolable apetito
económico.

Los Oficiales de Carabineros a partir del grado de
Capitán, desde hace más de 30 años
están más preocupados de hacerse estudiantes
universitarios y obtener una carrera de ese nivel, que de
cualquier otra situación interna.

Es por ello que alargaron a cuatro años, la
formación de los oficiales. ¿Cómo es posible
que el actual general director Alberto Cienfuegos Becerra, haya
hecho su formación en el curso especial de 1969
?.

El patrimonio moral de los funcionarios de Carabineros,
sobre todo de los Oficiales más antiguos, en la
actualidad, a nuestro juicio, es el más insustentable de
los requisitos de funcionamiento operativo.

La moral trasunta en la corrección individual y
colectiva, actual y pasada, trasunta en la dignidad personal y en
esa virtud inherente del bien en la conciencia; o sea, toca el
fuero interno, a lo afectivo, a lo más noble de la vida
humana, en donde cada cual prescribe lo que debe hacer conforme a
un código ideal de las costumbres.

Concretamente el patrimonio moral exigible para
nosotros, comprende los conceptos de corrección en el
vivir y en el actuar, de altruismo, de piedad de delicadeza, de
dignidad y sensibilidad, de dar a la conducta humana real sentido
de elevación y de nobleza.

Estamos completamente convencidos de que CARABINEROS DE
CHILE extravió su patrimonio moral.

El supuesto honor Institucional, por más que se
quiera defender , quedó olvidado frente al miedo, a la
ignorancia y al oportunismo, dentro de la Institución, que
se manifiesta entre todos los grados y peor ,es con el trato con
la civilidad.

El honor es una obligación que debe estar viva y
presente en nuestras conciencias, es lo que les inclina al
estricto cumplimiento del deber en defensa de la mayoría y
sin perjudicar a las minorías. Es la fuerza que los
debió apartar de lo indigno, de lo criminal, de lo
deshonesto y de los censurables.

La virtud del honor, tan manoseada por los "golpistas",
en realidad está por encima de la vida, de la hacienda y
de cuanto existe en el mundo, porque la vida acaba en la
sepultura y la hacienda y las cosas que poseemos son bienes
transitorios, igual que el poder y la fuerza; el honor a todo
ello sobrevive, trasciende a los hijos, a los nietos, a las
instituciones a la humanidad.

Se dice con razón, que es el patrimonio del alma
y se manifiesta en la rectitud de la obediencia de las leyes y en
el respeto de los Juramentos.

En Carabineros, están confundido los conceptos de
"honor" y "Lealtad"… lealtad es el espontáneo
cumplimiento de las órdenes y del pensamiento de un
superior, ello no significa que deben ser obedientes ciegos o
irreflexivos, serviles o faltos de personalidad, nos referimos a
lealtad con los deberes superiores de la sociedad
democrática.

En Carabineros, es costumbre escuchar "usted cumpla la
orden y después, reclama".

Los casos de reclamos en este sentido
sistemáticamente han terminado con el reclamante en listas
de eliminación. Si esto ocurre dentro de la
Institución, con su misma geste… ¿qué se
espera que ocurra para con los civiles?.

Sería inmoral que el subalterno, aunque reciba
una orden contraria a su modo de pensar con respecto a lo justo
la cumpla fielmente, sin reservas, excluyendo de su ánimo
toda idea antagónica.

Aunque sería la prueba más evidente de
respeto a un superior, es sólo la prueba más
evidente del miedo que siente hacia ese superior o hacia el
sistema y que tan pronto pueda aplicará sobre civiles o
personas con menos poder que él.

Esta es la génesis de los abusos de poder y
también la génesis de la pérdida del
interés común, tanto al interior de las filas, como
frente a los conflictos sociales donde, subliminalmente, se
prefiere al fin el interés personal, por sobre cualquier
otro, bajo la filosofía simplista de…"¿si otros
lo hacen, porqué yo no?".

Cuando un jefe comete actos inmorales,
implícitamente autoriza a que sus subordinados lo hagan.
Cuando esta actitud adquiere cifras notorias comienza la baja en
la producción, llegando hasta la anulación de la
funcionalidad y la corrupción generalizada, de la que nos
encontramos ad portas.

Estamos haciendo las consideraciones en un campo
relativamente legal y reglamentario, cuando estos conceptos son
sobrepasados, se puede llegar a trocar el orden y las
jerarquías establecidas. (Casos de Portugal y Grecia y
actualmente en Argentina ).

Existe la obediencia absoluta de la escuela francesa. Se
obedece ciegamente al superior, cualquiera sea la naturaleza de
la orden, sin discusión ni análisis de ninguna
especie, cumplimiento irreflexivo, muy generalizado en
Chile.

Obediencia relativa de la escuela inglesa, en que el
subalterno tiene derecho a discriminar a analizar la orden que
recibió del superior y según ello la cumple o
no.

Si el inferior después de hacer un acertado
análisis no cumple la orden recibida, queda exento de
responsabilidad. Históricamente en Chile estos casos son
muy pocos, casi inexistentes, ya que será sancionado por
el delito de desobediencia, si ha apreciado o analizado la orden
con mal criterio, o sea que él ha traspasado el mal
criterio al jefe, ya que no obedecer la referida orden, le ha
dicho subliminalmente que es un descriteriado. Con ello su
carrera ha finalizado. Porque en el sumario el jefe,
desconocerá esa orden o la reinterpretará, y el
"palo se quebrará por lo más delgado".

La obediencia relativa de la escuela alemana que impera
en Carabineros, otorga al subalterno la facultad de discernir, es
decir, no lo estima como un mero instrumento. Pero, en la
práctica No existe.

Por los puntos que más adelante relataremos
podemos asegurar que en la práctica no existe la escuela
de la obediencia relativa en la historia reciente de
Carabineros.

Los requisitos para ello son:

a.- Que emane de un superior y que sea en uso de sus
atribuciones legítimas.

b.- Que sea relativa al servicio y que no pueda alegarse
fuerza mayor.

El inferior puede suspender el cumplimiento de la orden
o puede hacerle modificaciones, cuando ocurren los siguiente
requisitos:

a.- Cuando al dar la orden el superior no ha apreciado
suficientemente la situación;

b.- Cuando los acontecimientos se han anticipado a la
orden;

C.- Cuando aparezca que ésta ha sido obtenida por
engaño.

d.- Cuando se tema, con razón, de que de su
ejecución van a resultar graves daños que el
superior no pudo prever… y

e.- Cuando la orden tienda notoriamente a la
perpetración de un delito.

Solamente en alguna de estas circunstancias el
subalterno puede dejar de cumplir la orden o modificarla; dando
cuenta inmediata de ello al superior; si éste insiste por
escrito, debe cumplirla, pues de lo contrario, incurrirá
en el delito de desobediencia.

Muchos de los miembros de la Organización de
Militares Democráticos de Chile "OMIDECHI", fueron
expulsados de sus Instituciones por exigir que un jefe diera una
orden que era ilegal por escrito, o por no cumplirla
simplemente.

ATENCION: En tal virtud, si se comete un delito a causa
de la ejecución de una orden que parezca del servicio, el
único responsable es el superior que la imparte, a menos
que se compruebe un concierto previo, en cuyo caso serán
responsables todos los concertados. Los juzgados están
plagados de causas en que los jefes han desconocido la orden y
acusan al inferior de haber actuado bajo su propia
responsabilidad, agregándo,

Que no es primera vez que lo ha hecho.

Cuando el subalterno se excediere en la ejecución
de una orden, cuando tendiendo ella notoriamente a la
perpetración de un delito y no se representare,
responderá como cómplice si la cumple. En la
práctica, sólo ha respondido como autor ya que el
jefe ha negado la orden.

El Valor es una característica de nuestra
nacionalidad, según dicen, la historia Patria está
salpicada de gloriosos capítulos escritos con la sangre
derramada gracias al valor de nuestros antepasados, aunque el
valor no sólo se demuestra cuando se pierde
sangre.

¿Cómo podría definírsele?.
Se ha dicho que es: "El dominio de la emoción del del
miedo", y, para lograr ese dominio se precisa de las fuerzas
morales y que éstas, superen al instinto de
conservación que tenemos todos los hombre
normales.

De esto se desprende que el valor no consiste en no
tener miedo, consiste precisamente en hacerle frente al peligro y
a la adversidad con serenidad y entereza.

El VALOR MORAL, se manifiesta cuando vencimos el miedo
al ridículo o al fracaso, aceptamos voluntariamente
ciertas responsabilidades, cuando defendemos los principios de
justicia vulnerados por un tercero, empleando el tacto y la
convicción; cuando reconocemos hidalgamente nuestras
equivocaciones y cuando no manifestamos temor para enfrentar las
situaciones difíciles y sus consecuencias. Como puede
deducirse, este valor está basado en el dominio de
sí mismo y en la fe que se tienen los hombres.

La falta de valor moral, se esconde en la fuerza
física con la agresividad, en la falsa disciplina de la
jurisdicción militar, en la "Omertá", que es el
juramento de guardar silencio militar, en la Ley del "Omento",
que es la ley del rebaño, donde todo los culpables se
esconden en la manada, la falta de valor moral, se prolonga a los
inocentes que retardan con su actitud cobarde la
aplicación de la justicia, transformándose en
inmorales, cómplices y encubridores.

"Mal de muchos, consuelo de tontos".

La justicia total, sólo se puede aplicar si se
tiene VALOR MORAL. De lo contrario será parcial y
antojadiza.

La justicia, consiste en conducir y tratar con
caballerosidad e imparcialidad a todos los ciudadanos, a los
subalternos y a los que no están sujetos a la disciplina
militar.

Es el arte de conceder recompensas a quienes las merecen
y castigar las faltas oportunamente, de acuerdo con las
circunstancias de cada caso, combinando la firmeza con el
criterio dentro de un periodo de tiempo.

Desde el punto de vista sicológico hay, al menos,
tres tipos de justicia, como comportamiento social.

La justicia "Conmutativa", es la que se configura cuando
se cambia algo exigiéndose igualdad; la "Distributiva", es
aquella que se opera cuando se le distribuye algo en partes
proporcionales; lo que hace un padre con respecto a los hijos. Y
la justicia "Retributiva", es la que se relaciona con las
reacciones sociales frente a las acciones humanas

En esta última se basó la norma de que la
sanción debía ser equivalente a la falta, aunque
existe en la actualidad, quienes sostienen que cuando la falta es
cometida por un individuo debe aplicarse una pena, pero cuando la
falta es colectiva, o sea existe un acuerdo (conspiración)
para cometerla, la pena debe será "cargada" en un 50%, o
sea, pena y media, pero cuando esta misma falta es cometida por
un policía, la pena debe ser el doble.

Tenemos el caso de los delitos tributarios, en que la
pena hasta se triplica, partiendo de la base de que "en las
empresas e Instituciones, los hombres deben justificar su
inocencia y en caso de un individuo, la Institución o los
Organismos del Estado deben probar su culpabilidad".Democracia
filosófica. Democracia dura. Democracia justa.

Este tipo de justicia dió origen a la Ley del
"Talión", que fue el punto de partida del concepto
jurídico de pena, el que ha ido evolucionando
paulatinamente.

"El hombre no persigue la justicia, el hombre persigue
la INJUSTICIA" per natura.

Cuando se omite o lesiona la justicia se genera una
agresividad contra el autor de la injusticia, el grado de
perjuicio determinar de parte del agredido, el tiempo que la
compensación reparatoria dure o llegue.

Esta reacción, en la época primitiva, no
se orientaba contra el autor mismo y el afectado acometía
con una agresividad no dirigida, ni medida, es decir contra la
masa representativa del ofensor, destruyendo y matando sin medida
ni control; es lo que se llamó "Reacción Amok".
Siendo esta situación el gran error histórico de
las revoluciones, los golpes militares y las guerras civiles
recientes. Aunque, actualmente en USA., se dan muchos de estos
casos, cuando echan a un trabajador, o a un alumno de un college,
éste vuelve a los pocos días cargando muchas armas
y produce una matanza. Lo mismo sucede si alguien no te paga o si
una empresa te estafa.

Posteriormente, dicha agresividad fue evolucionando y
orientándose hacia la destrucción del autor; pero,
surgió la venganza y la falta de proporcionalidad,
incurriendo a veces la víctima del delito en injusticias
aún peores.

Vino después la evaluación del daño
causado para obtener equivalencia y se convino en que el asunto
debía quedar entregado no al interesado, sino a otra
persona imparcial y solvente. Moralmente solvente.

Así surgió el concepto de que nadie debe
ser Juez de su propia causa, como en la actualidad es el caso de
la Justicia Militar chilena, debiendo ventilarse el juzgamiento
de los hechos en ciertas instituciones, en los
Tribunales.

La justicia, materializada hoy en la Ley, se impone con
acierto y siempre que no tenga apremios ni coacción de
ninguna especie.

Cuando la ciudadanía se estima víctima de
injusticias, se revela contra el orden establecido, contra las
leyes y las normas; piensa que se ha violado la
constitucionalidad y se han atropellándo los derechos
ciudadanos.

¿Y qué ocurre cuando otros individuos son
víctimas de injusticias?.

Los menos reaccionan con indiferencia, pero la
mayoría solidariza con los afectados (aunque sea en
silencio cuando se tiene miedo); o sea, se genera un
fenómeno sicológico denominado"
identificación". En Chile la mayoría se identifica,
por ejemplo en el deporte, con el club más pequeño
o con el más débil.

Esta misma reacción surgida como respuesta ante
las injusticias, se opera también, cuando algún
individuo, por favoritismo, recibe más de lo que le
corresponde ( beneficios de los clanes antes mencionados ); ello,
a veces, obedece a la envidia y al deseo de que todos reciban lo
mismo y en igual medida y proporción, que también
es injusto.

También, puede darse como expresión de
rebeldía por haberse roto el principio de igualdad en que
se basa la justicia.

En la Instituciones armadas, hoy, como dice el chiste,
hay algunos más iguales que otros.

En todo el mundo civilizado sólo hay dos
métodos para restaurar la justicia perdida…:

La indemnización, va tras la reparación de
los daños, como ocurre en los juicios civiles en que se
indemniza al perjudicado. Cuando el daño es la
pérdida de la vida de un ser querido, no puede
ningún sistema determinar la cuantía capaz de
indemnizar tal pérdida.

En la historia reciente de Chile, estimamos, que la
participación de agentes del Estado en la
eliminación sistemática de supuestos opositores al
Régimen Militar implica la participación de los
familiares de esas víctimas en la determinación de
la cuantía de la indemnización y no de parte
exclusiva de miembros del Gobierno. Porque se ha visto que los
valores determinados por éstas son realmente
injustos.¿Porqué pagaron más de mil millones
a los familiares por la muerte de Letelier o de Soria?,
¿Es que unas vidas valen más que otras?. Tarea para
la casa y situación pendiente.

Podemos asegurar que aplicando este sistema, aunque se
encuentren los cuerpos de la totalidad de los detenidos
desaparecidos, nunca se tranquilizarán los ánimos y
como bandera de lucha de los afectados se solicitará
"verdad y justicia".

Como los judíos, pasarán 80 años y
la deuda la arrastran las generaciones. Si no hay justicia, no
hay tranquilidad.

No sólo en Chile, resultaron afectados los
muertos detenidos desaparecidos, los torturados, los exonerados,
los exiliados, las expropiaciones de bienes tanto muebles como
inmuebles, las violaciones, las violaciones de correspondencia,
las agresiones físicas, las detenciones arbitrarias, los
allanamientos, etc. etc.

En Chile hay mucho dolor pendiente y debe ser, por la
sanidad mental de los chilenos tarea de primera importancia para
el futuro Gobierno. Ya no la verdad y la justicia, sino las
indemnizaciones necesarias, con el fin de mitigar, aunque sea en
parte, estos sentimientos.

Por lo tanto, primero el Estado debe considerar la
indemnización, una indemnización decente, justa y
oportuna, luego la sanción de los culpables.

Debemos recordar que estos culpables, son los mismos que
impiden que la lucha contra la delincuencia común tenga
mayores éxitos. Por lo tanto, aunque no parezca, estos
problemas están directamente ligados entre sí,
aunque hay partes interesados en desvirtuar esta
realidad.

Insistimos, en Chile la indemnización ha sido en
la mayoría de los casos inexistente o muy magra, salvo un
par de casos. Pero la sanción es casi inexistente. En
estas dos características se basa la sensación de
injusticia tan generalizada hoy en Chile.

Esperamos que en Chile la teoría "Vindicativa" de
la sanción no se dé, ya que se basa en la venganza
y que el ofensor deberá pagar a la sociedad el daño
causado; aunque éstas teorías nadie las defiende
científicamente, en países vecinos se ha dado, al
retorno de la democracia.

El gran problema de la Seguridad actual en Chile, es por
la mala aplicación de la teoría "Preventiva" de la
sanción. Esta sustenta que la sanción tienda a que
el individuo que incurrió en el delito, no vuelva a
reincidir, o sea, que se le impone un sufrimiento equivalente a
los beneficios que obtuvo al delinquir, creándose un freno
inhibitorio cuando en el futuro conciba la misma idea de
delinquir. Así la sanción previene la
reincidencia.

He aquí otro factor de injusticia, que
perdurará por muchos años. Es sentimiento de las
víctimas de violaciones de los derechos humanos, que si no
hay sanción, el "Golpe Militar", con todas sus crueles
consecuencias, se volverá a repetir, o por lo menos, las
asonadas.

Esta teoría, sólo ha demostrado la
continuidad del sentimiento de pérdida y dolor, pero no ha
demostrado su efectividad, pues las estadísticas
demuestran que las reincidencias son abrumadoras, llegando a
estimar los sicoanalistas recientemente, que la sociedad
está aplicando insensible e inconscientemente la primera
teoría, la venganza. En Chile todavía no se da el
caso de venganza, una vez que el militar ha jubilado y
está generalmente, sólo e indefenso.

La teoría del "Escarmiento", complementa a la
anterior, siempre que se aplique en su justa medida y sostiene
que el castigo ejemplariza y escarmienta a los
demás.

Pero, esto también es relativo y muchas veces se
han producido reacciones de solidaridad, encubrimiento y
compasión con el victimario, por esto del sentido de
identificación con el más débil que casi
todos tenemos. Se despiertan los sentimientos de
conmiseración en el pueblo y aflora en algunos individuos
el deseo de revelarse públicamente. (Los cabecillas de los
golpes militares se ajustan a esta
característica).

Sin olvidar, de que los pueblos, con los
años

Elijen democráticamente a sus ex tiranos y
opresores.

Por otra parte, los encierros de los presos, no siempre
importan la curación, y surten, por lo general, efectos
contrarios, especialmente en nuestros establecimientos penales,
ya que casi no existe la capacitación formativa, la
capacitación o la reinserción laboral.

La teoría de la "Defensa Social", está
basada en la protección de la sociedad respecto de los
delitos que cometen los individuos, es decir, según esta
teoría el castigo se impone, no tanto para procurar que el
sujeto activo corrija sus tendencias delictivas y se logre un
escarmiento en los demás, sino más bien, para
defender a la sociedad de éste.

Resumiendo, se concluye, que no se conoce el mecanismo
preciso de la sanción, y, por el momento un remedio
empírico que puede o no surtir los efectos.

Hoy en día se a abierto paso en el campo de la
efectividad de las penas, la teoría de la
"readaptación social", que es la que da a la pena, el
carácter de medio de readaptación del individuo al
ambiente social.

Pero, ¿Cómo podemos readaptar criminales y
miembros de las FF.AA o Carabineros?. Si aun no los podemos
identificar y menos adaptar, por lo pronto, la sociedad los tiene
que neutralizar en su actividad social, con lo que libera a sus
compañeros, sean estos sus jefes y o subordinados de la
carga moral y ética que impide el desarrollo
armónico de sus actividades o de la aplicación de
la justicia y del derecho.

Partes: 1, 2, 3
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